El bag in box es un tipo de packaging que gana en popularidad, sin embargo, todavía quedan puntos pendientes de resolver para optimizar su usabilidad. Se puede mejorar el bag in box pensando en el usuario, entendiendo la función que cumple este envase y buscando formas de ganar en alineación con las metas de las empresas que deciden recurrir a él para presentar sus productos.
¿Cómo se puede mejorar el bag in box?
El Bag-in-Box (BIB), que consiste en un recipiente flexible envasado en una caja de cartón. Se trata de una forma conveniente y popular de envasar y distribuir vino, zumos, bebidas, aceite de oliva, leche y otros líquidos.
Sin embargo, hay algunas formas en las que se podría mejorar un Bag-in-Box:
Calidad del grifo
El grifo utilizado en el BIB es crucial para un buen vertido y evita la oxidación del líquido. Mejorar la calidad del grifo, asegurando un flujo constante y sin goteo, puede hacer que la experiencia de servir sea más fácil y agradable.
Existen accesorios, como HandsFree Tap que, además de elevar la percepción de calidad del packaging, multiplican la usabilidad.
Este dispositivo manos libres patentado se adapta a cualquier tipo de BiB, mejorando la experiencia del usuario al facilitar en servicio, que puede realizarse con una mano, solo empujando hacia la caja y sin necesidad de presionar son los dedos ni realizar ninguna maniobra complicada.
Diseño y ergonomía
Mejorar el diseño de la caja y el envase flexible puede hacerlo más atractivo visualmente y fácil de manejar. Un diseño ergonómico con asas o agarraderas facilita su transporte y manipulación.
Hay quien troquela las hendiduras que sirven como asas en el mismo cartón, a ambos lados, y también empresas que añaden una tira de plástico en la parte superior.
También empiezan a popularizarse los complementos de transporte del BiB, como la cinta que se coloca a modo de bandolera, convirtiendo en bag in box en un bolso muy cómodo de llevar a cualquier parte.
Materiales sostenibles
Buscar materiales de embalaje más sostenibles y amigables con el medio ambiente puede ser una mejora importante. Utilizar materiales reciclables, biodegradables o compostables para la caja y el envase flexible interior contribuiría a reducir el impacto ambiental.
Se trata de un punto a tener en cuenta que puede resultar prioritario para algunos segmentos de consumidores, que tendrían este factor en cuenta a la hora de tomar su decisión de compra.
Conservación del vino
Implementar tecnologías o características que ayuden a preservar la calidad y frescura del vino por más tiempo sería una mejora valiosa.
Esto podría incluir sistemas de sellado mejorados, como válvulas de cierre automático, para minimizar la exposición al aire y retrasar la oxidación. Se trata de avances muy valiosos también para otros productos que se comercializan en bag in box, como la sidra, la leche o el aceite de oliva.
Información adicional
Incluir información adicional en el envase, como notas de cata, maridajes recomendados o información sobre la bodega o viñedo, podría agregar valor al BiB y proporcionar a los consumidores una experiencia más enriquecedora.
Un código QR permite incluso descargar un eBook con consejos de cata o tips de maridaje, así como derivar a una landing page donde incitar al usuario a promociones y sorteos.
Estas son solo algunas sugerencias que confirman que sí, se puede mejorar el Bag-in-Box y ya hay empresas que lo están haciendo. La innovación continua y el desarrollo de nuevos diseños y características pueden llevar a mejoras significativas en la funcionalidad, la calidad y la experiencia del consumidor.
Y estos avances no se reducen al packaging en sí, su composición y su diseño, sino que se extienden a toda una gama de complementos, como soportes, enfriadores, calentadores, etc que empieza a crecer a medida que más empresas incorporan este tipo de envase a su catálogo de productos.